miércoles, 22 de septiembre de 2010

Hoy me gustaría hablar sobre un tema que se extiende tiempo atrás en su historia: las energías masculinas y femeninas. Estas son viejas energías, con las cuales mucho está sucediendo ahora mismo.


Primero, quisiera decir algo con respecto a la naturaleza de lo masculino y de lo femenino.Estas energías son dos aspectos del Uno. Por lo tanto ellas realmente no son opuestas o dualísticas, ellas son uno; son dos caras de una energía.


La energía masculina es el aspecto que está enfocado exteriormente. Es la parte de Dios o del Espíritu que conduce a una manifestación externa, que hace que el Espíritu se materialice y tome forma. Por lo tanto la energía masculina comprende una intensa fuerza creativa. Es natural para la energía masculina estar altamente enfocada y orientada hacia un fin. De esta manera, la energía masculina crea la individualidad.

La energía masculina les permite a ustedes separarse de la Unidad, de la Totalidad, y ponerse de pie solos, y ser un individuo específico.
La energía femenina es la energía del Hogar. Es la energía de la Fuente Primordial, la Luz fluida, Ser puro. Es la energía que aún no se ha manifestado, el aspecto interno de las cosas. La energía femenina es oceánica y lo abarca todo; no diferencia o individualiza.


Ahora, imaginen a la energía femenina volviéndose conciente de un cierto movimiento dentro de ella, de una leve inquietud, un deseo de… extenderse hacia fuera, más allá de sus límites, moverse fuera de ella misma para lograr experiencia. Hay un deseo por algo nuevo, ¡por aventura! Y entonces llega a ella una energía que responde a ese deseo. Es la energía masculina que quiere estar a su servicio y la ayuda a manifestarse de ese modo, en forma. La energía masculina define y moldea a la energía femenina; y por su cooperación la suma total de energías puede tomar una dirección completamente nueva. Una nueva realidad puede ser creada en la cual todo puede ser explorado y experimentado, en cualquier forma cambiante de manifestación.


La danza de lo masculino y de lo femenino lleva hacia delante el espectáculo fluctuante de la realidad creada, de su creación. Éste es un espectáculo de gran belleza, en el cual las energías masculina y femenina se adoran mutuamente, y celebran su cooperación y juguetona unión. Y así es como debería ser.

Las energías masculina y femenina deben estar juntas, son dos aspectos del Uno y juntas celebran la alegre manifestación que la Creación se supone que debe ser.


Ha sido dicho que en la comprensión final de quienes ustedes son, la única verdad que importa es: YO SOY. Y en este mantra místico, precisamente aquellos dos aspectos se funden. En el YO está la energía masculina, en el SOY la energía femenina. El YO es constrictor, diferenciador, da foco, da dirección, individualiza: Yo, no el otro, Yo. Y luego el SOY. El SOY es oceánico, todo envolvente; refleja el océano del Hogar, la energía femenina, la inagotable fuente que no comprende límites, ni diferenciación. El aspecto fluido y de unión es el núcleo de la energía femenina. En el YO SOY, lo masculino y lo femenino se juntan y felizmente unen sus energías.


Ahora, en la historia de la humanidad, e incluso antes de que existiera la humanidad, surgió un conflicto entre lo masculino y lo femenino. No debo tocar el origen de este conflicto ahora. Pero en su historia, hay una separación de la energía masculina y femenina, de tal manera que ellas aparecen como fuerzas opuestas. El símbolo yin-yang demuestra muy bien la verdadera situación. En lo masculino, siempre hay un núcleo de lo femenino, y en lo femenino un núcleo de lo masculino, exactamente como hay un punto blanco en lo negro y un punto negro en lo blanco. Pero en el transcurso de la historia, esta unión de lo masculino y de lo femenino ha sido olvidada y estas energías se han vuelto opuestas una a la otra como negro y blanco. La unidad implícita ya no fue más reconocida.


Ahora mismo, ustedes están en la última fase de esta historia de conflicto, en la cual la energía masculina ha jugado la parte de victimario por muchos siglos. La energía masculina por mucho tiempo ha estado jugando la parte en la cual oprime, mutila y destruye a la energía femenina. No siempre fue así. Ha habido épocas en las cuales la energía femenina tuvo el dominio e injustamente manipuló y gobernó a la energía masculina. Pero ese tiempo se acabó. En un determinado momento el conflicto dio una vuelta diferente y los roles de victimario y de víctima se invirtieron. Ahora la energía masculina ha estado en el poder por un largo tiempo, y ha abusado de su poder de tal modo, que la energía femenina ha sido debilitada y ya no comprende la integridad de su Ser.Siempre que lo masculino y lo femenino estén en conflicto, la desintegración de ambos es inevitable. Donde lo femenino consigue victimizarse más y más y consigue perderse en la abnegación, la energía masculina se pierde a sí misma en la violencia despiadada y en la clase de agresión que ustedes conocen a partir de muchas guerras en su pasado.


Lo masculino y lo femenino dependen uno del otro. Cuando ellos luchan entre sí, las consecuencias son catastróficas. Pero los tiempos están cambiando. Desde los siglos XIX y XX la energía femenina está recuperando su fuerza y elevándose sobre el rol de víctima. Esta resurrección viene desde el interior profundo de la energía femenina. Finalmente ella ha alcanzado el límite exterior de su abnegación. En este punto, ella se ha mirado a sí misma a la cara y ha declarado: hasta aquí ha llegado.


Dicho sea de paso: esto es lo que siempre sucede en la dinámica entre la víctima y el victimario. El cambio comienza cuando la víctima se rehúsa a seguir aceptándolo. El victimario bien podría colgarse de su rol por un largo rato, porque él no tiene ninguna razón para parar. La revolución comienza cuando la víctima se rehúsa a seguir aceptando y finalmente recupera su poder. En todas las situaciones de represión, por ejemplo una mujer en su familia o en la sociedad, el momento real del cambio ocurre cuando la mujer –o la energía femenina dentro de una persona- decide por ella misma: yo ya no voy a aceptar esto por más tiempo. Aquí es cuando el cambio realmente comienza a ocurrir. Las medidas externas son inútiles hasta que este momento se presenta por sí mismo.


La energía femenina ha resucitado y su estrella se está elevando. En realidad, el asunto más urgente en este tiempo y época ¡¡es la transformación de la energía masculina!! Ahora es el momento para una nueva definición de la energía masculina. Yo bien podría haber llamado a esta canalización “el renacimiento de la energía masculina”. Porque quiero afirmar que es sólo en la reunión con una energía masculina madura y equilibrada que la energía femenina puede florecer nuevamente.


La energía femenina, en el siglo pasado (XX), e incluso antes, ha recobrado poder y fuerza. Ha comenzado a florecer de un modo nuevo y más equilibrado. A pesar de la desigualdad de los sexos, que aún está presente en su sociedad, el alza de la energía femenina es infrenable.Sin embargo, la energía femenina no puede ganar fuerza y vitalidad total sin la cooperación de la energía masculina. Esto resulta ser así tanto a nivel colectivo como individual.


La energía femenina no puede realizar su avance final sin el apoyo de y la conexión con la energía masculina. Esto no es debido a una debilidad inherente en la energía femenina; es debido a la naturaleza esencial de las energías masculinas y femeninas: el hecho de que ellas están interconectadas y solo en cooperación pueden realizar sus potenciales más brillantes. ¡Es por esto que ahora es indispensable que la energía masculina se vuelva a moldear y se aventure a lo nuevo!


Cuando ustedes observan la interacción entre lo masculino y lo femenino a un nivel colectivo, ven que la energía femenina ahora está en una posición de espera. Ella está esperando. Actualmente se está llevando a cabo una lucha entre lo nuevo y lo viejo dentro de la energía masculina colectiva. Una nueva ola de energía está amaneciendo dentro de la energía masculina colectiva que honra y respeta a la energía femenina. Esta nueva ola de energía masculina quiere unirse con lo femenino y entrar juntos a la Nueva Era. Pero al mismo tiempo, una ola más vieja de energía aún está activa y tratando de persistir. Esta energía está trabajando evidentemente en las series de ataques terroristas que han tenido lugar en todo su mundo. La energía masculina en su antiguo rol de agresor despiadado está mostrando en eso su horrible cabo. En aquellos que comenten estos horrendos ataques hay emociones muy oscuras: agresión, cólera y al mismo tiempo absoluta impotencia y desamparo. Es a partir de este absoluto desamparo que ellos recurren a las más brutales y destructivas formas de despliegue de poder.

Esta energía masculina, de la cual estamos hablando, está en agonía de muerte. Ella percibe que están ocurriendo importantes cambios colectivos y que la humanidad está en el umbral de una nueva era.
Uno de los problemas que ustedes ahora están enfrentando, mientras se están desarrollando hacia una cooperación más equilibrada entre lo masculino y lo femenino, es cómo tratar con esta clase de energía despiadada. ¿Que vamos a hacer con respecto a esta vieja energía masculina que en su caída está tratando de crear tanto caos y destrucción como sea posible? Porque déjenme decirles esto: su caída es un hecho. La vieja energía masculina ha perdido la batalla, pero no se rendirá fácilmente y va a resistir hasta el final con agresión y dominación inhumana.
Mucho va a depender de cómo sea la actitud interna colectiva hacia estos agresores. ¿Darán lugar a la ira y a la impotencia dentro de su propio campo de energía, como una reacción a los actos de violencia? En tal caso ustedes se abren al campo de energía de los agresores. En todo momento que ustedes se sienten abrumados por la ira y el resentimiento hacia ellos, ellos han dado en el blanco. Entonces ustedes son absorbidos dentro de su vibración energética y ustedes también podrían estar deseando matar: matar a los asesinos de gente inocente.

Todo esto es muy comprensible, pero es esencial entender qué es lo que está sucediendo aquí. En cuanto hay una intensa emoción emergiendo, es sabio hacer una pausa, en silencio. Retrocedan hacia la parte calma, sabia de ustedes y pregunten: ¿qué es lo que realmente está ocurriendo aquí? Ahora todo gira en torno a su sabiduría y discernimiento, en su habilidad para ver más allá de las cosas y de sentir qué es lo que realmente está en juego. El mundo no será dirigido por el poder de los terroristas; la vieja energía masculina ha cumplido su tiempo y su hora final está próxima.
El mensaje más importante que tengo acerca del terrorismo, esta manifestación de vieja agresión masculina, es: ¡estén concientes! No se dejen llevar fuera de su centro por emociones de desamparo, por ejemplo sintiéndose victimizados. Sepan que nadie será tocado por esta energía agresiva si no le dan lugar en su campo de energía.

Si ustedes no reaccionan con ira u odio, no la conducirán hacia ustedes. Ustedes estarán a salvo y protegidos por su propia luz.
Ahora quisiera prestar atención al nivel más mundano, individual, en el cual ustedes tratan con las energías masculinas y femeninas dentro de ustedes mismos. También para el nivel individual ha habido una lucha entre la energía masculina y la femenina.

Todo lo que sucede colectivamente refleja procesos en el nivel individual.
Para aclarar la importancia del equilibrio entre lo femenino y lo masculino en el nivel individual, voy a hablar de los centros de energía en cada ser humano, a los que también se les llama los chakras. Ahora ustedes conocen siete de ellos, y están localizados a lo largo de la espina dorsal, desde el sacro a la corona. Pasaré a hablar de estos chacras brevemente para mostrarles que todos están caracterizados predominantemente por uno de los dos tipos de energía masculina o femenina.


El chakra sacro es el centro de energía que los conecta a la tierra. La energía en este chakra se extiende fuera hacia la tierra y les permite a ustedes manifestar su energía del alma en forma física, al nivel de la realidad densa, material. En vista de su extensión hacia fuera y del tipo de manifestación de la energía en el chakra sacro, podrían llamarlo (predominantemente) chakra masculino. Un chakra nunca es completamente masculino o femenino, pero se podría decir que aquí la energía masculina es dominante.


El segundo chakra es llamado el chakra del ombligo y es el centro de los sentimientos. Este centro les permite experimentar las emociones, cambios de humor, es decir todos los extremos de la vida emocional. Es un centro receptivo. Es por esto que yo lo llamo un centro femenino, un chakra en el cual domina el flujo de energía femenina.
Ahora vayamos al tercer chakra, también llamado el plexo solar: el centro de acción y creación. Éste claramente es un centro que se extiende hacia fuera y permite que la energía se manifieste en la realidad física. Pueden compararlo con el sol, la efusión de los rayos, y el poder de la luz amarilla del sol (el color natural del tercer chakra es amarillo).

En el plexo solar sus impulsos internos y estímulos se transforman en manifestaciones externas. Es el chakra de la acción y de llevar hacia el exterior. También es la morada del ego, significando la personalidad terrestre, sin implicación negativa. La energía predominante es masculina.
Luego sigo con el chakra del corazón. Este también es un centro receptivo, como el chakra del ombligo, y especialmente conecta diferentes flujos de energía.

Es el centro en el cual se encuentran el cielo y la tierra, y en el cual se conectan los tres chakras inferiores con los tres chakras superiores. El corazón puede ser el puente entre la mente (cabeza) y la emoción (vientre). Desde el corazón pueden conectarse con alguien más y se trascienden. El corazón trasciende los límites del ego y les permite sentir la unidad con cualquier cosa fuera de ustedes, con Todo Lo Que Es. El chakra del corazón es la puerta a la energía del Hogar.

Es claramente un centro de conexión y por lo tanto es predominantemente femenino.
El chakra de la garganta es masculino. Desde este centro, los impulsos internos, las ideas, las emociones, adquieren forma física al hablar, reír, cantar, gritar, etcétera. Aquí la vida interior es llevada hacia el exterior por la comunicación a través de la voz y el lenguaje. A través de este centro ustedes hacen visible a otros su vida interior por medio de señales físicas: la palabra, el sonido, el concepto.

Es un centro de manifestación que les permite focalizar su energía externamente al plano físico. También es un centro de creatividad.
El sexto chakra, también llamado ‘el tercer ojo’, el cual está localizado en el centro de su cabeza, es otra vez femenino. Recibe impresiones intuitivas, ‘extrasensoriales’, y trasciende los límites de lo físico (los cinco sentidos físicos). Es el asiento de la clarividencia, de la percepción elevada, etcétera. A través de este centro ustedes pueden sentir la energía de alguien más (las emociones, las penas, las alegrías) como propias.

Con esta capacidad, es decir, la habilidad de la empatía, ustedes trascienden los límites del ego y se conectan con ‘lo que ustedes no son’.
Finalmente está el chakra de la corona, encima de la cabeza. Este chakra no es ni masculino ni femenino, o se podría decir que es ambos. En este chakra ustedes se elevan por encima de la dualidad de lo masculino y lo femenino. El chakra de la corona es una interesante combinación de ambas energías.

Cuando este chakra está equilibrado la conciencia ahí está en un estado tanto de recibir como de extenderse hacia afuera. Hay una extensión ‘hacia arriba’, hacia ‘otras dimensiones’, donde busca concejo espiritual o ayuda, o hacia las capas más profundas del Ser. Y al mismo tiempo hay una calma y tranquila receptividad, una sabiduría de que las respuestas vendrán a su tiempo. Es una clase de conciencia que es tanto altamente enfocada como altamente receptiva. En este ‘estado de la mente’ ustedes llegan muy cerca de la unidad que sustenta a las energías masculinas y femeninas, la energía del Espíritu o Dios.
Ya he esquematizado muy aproximadamente el movimiento de los flujos de energía masculina y femenina por todo el cuerpo energético del ser humano. Ahora quiero hablar en particular de los tres chakras inferiores.

Estos son los chakras que están más conectados a la tierra, que están más involucrados con estar en el reino terrenal. Esta área de los tres chakras inferiores es de suma importancia en su camino interior hacia la sanación, porque en esta área yacen los traumas más profundos y las cicatrices emocionales.
Ustedes con frecuencia sienten que son seres terrenales creciendo hacia lo espiritual. Pero nosotros lo vemos del modo contrario. Ustedes son seres espirituales creciendo hacia la tierra. La tierra es un destino brillante, un diamante escondido que aún tiene que revelar su verdadera belleza. ¡La tierra es la Tierra Prometida!


El Cielo es su lugar de nacimiento. Pero ustedes no retornarán a ese estado de conciencia que recuerdan como el ‘Hogar’ o el ‘Cielo’, a un estado del ser puramente espiritual. La aventura de la Creación los lleva a nuevos destinos; ustedes están siempre expandiéndose y progresando hacia un tipo de conciencia totalmente nuevo. (Hemos hablado de esto antes en el último capítulo de las Series de los Trabajadores de la Luz). La tierra es una parte esencial de este viaje.
Sin embargo, en sus manifestaciones en la tierra y en sus intentos de expresarse ahí, ustedes han sufrido mucho dolor.

Casi todos ustedes tienen severas heridas emocionales en los tres chakras inferiores, causadas por experiencias de rechazo, violencia, abandono. Esto puede haber sucedido incluso en esta vida. Casi todos los bloqueos energéticos en los chakras superiores están relacionados con heridas emocionales en los tres chakras inferiores.
Primero voy a hablar un poco sobre el chakra sacro. Su conexión con la tierra se ha tornado muy cargada emocionalmente, especialmente para los Trabajadores de la Luz o ‘Lightworkers’.

Debido a que ustedes se han encontrado con una grave resistencia a lo largo de muchas vidas, hay mucho miedo y reserva en ustedes cuando se trata de arraigarse verdaderamente. Arraigarse significa estar completamente presente en sus cuerpos terrestres y expresar sus inspiraciones más profundas en la realidad material. La resistencia a arraigarse completamente ha sido discutida previamente (en las series de los Trabajadores de la Luz). Esto tiene que ver principalmente con ‘ser diferente’ y haber sido rechazado por esto.


En el segundo chakra, el centro emocional, ustedes también han sido afectados profundamente por experiencias de ser amenazados o abandonados (literalmente o emocionalmente), y de ser severamente restringidos en la manifestación de ustedes mismos.
Con estas cargas traumáticas en los dos chakras más bajos, el plexo solar (tercer chakra) también está fuertemente afectado. El plexo solar tiene que ver con la fuerza vital, la energía creativa y el poder. Ustedes conocen pocos ejemplos de lo que significa el verdadero poder.

Con esto me estoy refiriendo al poder que no es agresivo y destructivo. En el chakra del plexo solar ustedes a menudo ven que una persona se manifiesta tanto de una forma agresiva, de un modo determinante, o de una forma discreta, demasiado modesta. Ambas formas son el resultado de sentimientos implícitos de desamparo, resultantes del primer y segundo chakra herido. En el tercer chakra todo se trata de encontrar un modo equilibrado de tratar con el poder y el control, se trata de un ego equilibrado.


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