sábado, 10 de julio de 2010

La llave dorada

Tal vez te has formulado la siguiente pregunta varias veces: ¿Por qué si trabajo con la ley de atracción, no logro ver realizados mis deseos?

Y la respuesta está contenida en la misma pregunta, que por cierto, es mutuamente excluyente, ya que si estás trabajando con ley de atracción correctamente, sabes bien que todos tus deseos ya han sido concedidos, es más! No tendrías deseos, de modo que me escribirías para contarme acerca de lo feliz que eres!!!. Parte de la respuesta, puede ser que no has tenido más opción que aplicar lo que se te ha enseñado sobre ley de atracción (LDA).

Una ley es algo inmodificable, algo que no puedes transformar porque ya es. Entonces ¿Estás atrayendo a tu vida lo que te hace feliz? Si la respuesta es negativa, debes re estructurar la ley de atracción en ti. Para comprender el funcionamiento real de esta ley y aplicarlo sin claudicar, es importante “atraer lo que ya se tiene”. Veo a muchas personas que intentan atraer el amor, el dinero o la salud a sus vidas por medio de un trabajo interno constante, por medio de una lucha desesperada en la cual las afirmaciones positivas, la meditación, la visualización, e incluso métodos altamente efectivos como el ho’oponopono parecen no dar resultados. Estas personas cada día intentan atraer algo que aún no tienen y que ciertamente están lejos de conseguir.

Creo en esta frase: “No puedes atraer lo que no posees”. Así de fácil. Y me encanta la idea de que comiences a descubrirte ahora, de que intentes considerarte la fuente de todas las cosas que tanto anhelas y que ya son tuyas. El descubrirte implica que fluyas, que permitas y que finalmente aceptes la infinita gama de posibilidades que tienes a tu disposición por medio de tus pensamientos. La ley de atracción es un concepto que se ha diluido tanto que muchas personas piensan que no funciona y han optado por abandonar todo intento por sanar.

Si has llegado hasta este sitio y hasta este artículo, es porque quieres abandonar el pozo de las ilusiones donde estuviste sumergida(o), así que para esto también es propicio que abandones tu concepto de “atraer” como si tuvieras que arrastrar algo hacia ti. Cuando practicas LDA en realidad lo que haces es manifestar o sentir algo que ya ha sido creado con cada uno de tus pensamientos porque cada vez que piensas, haces una creación que algunas veces no puedes materializar de manera inmediata y que sin embargo existe. Recuerda que cada pensamiento que tienes crea una forma física, tú eres quien crea la materia, así que deja ese pesado canasto en el suelo y no intentes arrastrarlo porque te vas a cansar. En esta etapa de tu vida estás sanando la falsa y vieja creencia de que debes realizar un trabajo interno arduo que simbolice tu intención de cambiar; actualmente todo es más sencillo porque puedes comprobar que los pensamientos crean de manera instantánea, de modo que todo lo que puedes desear ya te ha sido dado, ya se ha manifestado en otra dimensión y sólo con saberlo puedes permitirte soltar tu pedido hasta que sea el momento de que llegue a ti. Las palabras que utilizo, como deseos o peticiones, son la manera más sencilla que encuentro de llegar a ti, porque es lo que necesitas ahora para terminar de encontrarte. Es bien sabido que cuando deseas algo es porque no lo tienes y cuando lo agradeces es porque sabes que tu pensamiento crea cosas, materializa objetos, genera situaciones, etc.

Sé que cuando eras niña(o) y solicitabas un juguete, al poco tiempo lo tenías a tu lado y eso es ley de atracción, tú lo tenías contigo porque en esos momentos todos tus meridianos y canales energéticos se encontraban tan abiertos para recibir! Si quieres emplear el mismo método para obtener algo actualmente, que eres adulta(o) tal vez te podría sorprender que eso que quieres no se asome siquiera; esto es porque hay mucho más ego en ti, hay más miedo en ti de obtener lo que deseas que de no obtenerlo. Esto significa que la conciencia en la niñez está más definida.

Voy a darte un ejemplo más exacto. Supongamos que tienes problemas graves con tu pareja o que terminaste una relación que duró mucho tiempo. La primera idea que te vende el ego para mantenerte viva(o) es que tienes que recuperarla a toda costa, porque de lo contrario corres el riesgo de morir! Así que si dominas los conceptos actuales, intentarás atraerla hacia ti por medio de la ley de atracción que conoces, que consiste en pegar su foto en todos los rincones de tu casa, encender velas de gratitud porque ya está contigo, enviarle 300 mensajes diarios a su celular expresándole lo importante que es para ti y tal vez practicando ho’oponopono con desesperación, angustia y un enorme miedo a fracasar en el intento, pánico ante la posibilidad de que no regrese jamás a ti.

Me encantó cuando Eric Pearl en su libro Reconexión escribió que la oración es una forma de manipular a Dios, porque es muy cierto, tal vez todos los seres humanos lo hemos hecho inconscientemente, creyendo que así se obtienen resultados positivos. Y la verdad es que ese es el camino equivocado. El tiempo ha cambiado, tú también, por lo tanto el viejo método de orar manipulando la situación dejó de funcionar hace rato. De modo que si quieres recuperar a alguien, recuperar tu casa, tu salud, tu vida, practica ho’oponopono sin intentar controlar el resultado; reza con sincera gratitud por lo que tienes; pronuncia las palabras mágicas (lo siento, perdóname, te amo, gracias) depositando cualquier dificultad en manos de la divinidad para que se haga lo que sea armónico para todo el mundo y por lo tanto para ti. Suelta emocionalmente tu necesidad de que las cosas sólo tengan una manera de resolverse. Puede ser que reconstruir tu relación con tu ex pareja te ocasione más dolor, o que iniciar una relación con alguien que te gusta mucho, afecte tu crecimiento espiritual o el de la otra persona; puede ser que obtener más dinero te ocasione más miedos o que termine con ellos definitivamente. Lo que quiero que comprendas es que necesitas lo que llega a tu vida y que fluyendo obtienes más que jalando; que el Universo sólo responde a tus vibraciones.

¿Qué vibración tienes en este instante? ¿Eres feliz? ¿Estás esperando algo o alguien que no llega? ¿De qué careces?. Las respuestas que te das son las señales de que estás preparada(o) para recibir o rechazar la prosperidad.

Si quieres tener una pareja porque la soledad te invade, sé feliz porque eres el amor. Si necesitas dinero o un trabajo nuevo, sé feliz porque puedes buscarlo. Si crees estar enferma(o), sé feliz con la esperanza de sanar y si puedes ir más allá, considérate saludable. Si anhelas volver a vivir con un antiguo amor, sé feliz porque él o ella tienen la libertad de actuar conforme a su libre albedrío. Si estás asustada(o), si hay mucho miedo en tu interior… sé feliz porque el miedo te enseña a ser valiente y considérate valiente. Si estás triste, sé feliz por todo lo que el dolor humano te enseña. La felicidad es una consecuencia del amor y es tu elección.

Un problema llega cuando lo aceptas. En ese instante tendrás que ocuparte de sufrirlo o de liberarlo. Un problema en sí mismo carece de sentido, tú le encuentras un lugar y un significado cuando lo asumes. En cambio, una situación por resolver te permite centrarte en tu propio bienestar. Supongo que prefieres tener situaciones por resolver que enormes problemas para solucionar.

En todo esto que he escrito se resume la ley de atracción y créeme que hay mucho más, pero no he podido detenerme antes para que este artículo no saliera tan largo, así que espero que haya sido de tu agrado, espero también que hayas obtenido la llave que abre la puerta hacia el conocimiento que significa libertad. Gracias infinitas por la oportunidad que me das para ser mejor, para sanar.

Eres tú quien me permite ser quien soy.

Lo siento, perdóname, te amo. Un abrazo.

Por Vivi Cervera

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.