viernes, 1 de abril de 2011

Recoge, que volvemos a casa Cualidad = Dualidad


Imagínate:
Tú, Tu Ser Superior, tu persona física, una flor hermosa, una persona
conflictiva, una situación estresante,...
Imagínate tu Yo Soy, tu Ser Superior, por encima de la persona física
que eres en esta tercera dimensión. Imagínate que ese “Yo Soy” se
derrama sobre tu persona física hasta el punto de conformarla. Pero tú,
ese que eres en esta dimensión, no contiene todo lo que tu “Yo Soy”
es/derrama. Entonces, ¿dónde ha ido a parar todo aquello que tu Ser
Superior derrama y, sin embargo, no recoge tu ser físico?
Imagínate ahora:
- La flor hermosa: aunque la flor bonita es flor en sí misma, es decir,
tiene su propia Esencia Superior, su hermosura existe en tanto que tú
la percibas. Su hermosura es tu interpretación, es tuya; es decir, recae
de tu Esencia Superior y vuelve a ti, que la interpretas. Y esa belleza es
percibida por ti puesto que la has echado fuera, entonces puedes
observarla. Su belleza es subjetiva, le pertenece a tu interpretación. Te
pertenece a ti.
- La persona conflictiva: Esa persona lo es en sí misma, pero el
conflicto es tuyo. Es una energía de tu propio Ser que sencillamente tu
ser físico, no asume, lo echa fuera. Eres tú quien percibe el conflicto
porque es a ti a quien pertenece.
- La situación estresante: Esa situación existe en si misma. Ese estrés
es una energía tuya que no asumes y, al ponerla fuera, fricciona con el
resto de lo que sí has aceptado, desde tu Ser Superior, en tu persona
física. El estrés es tuyo, pero no como estrés, sino como una energía
que te completa.
Para liberarte, debes recoger todo aquello que te pertenece. Entonces
todo lo que sea conflicto, estrés, belleza…, deja de serlo, porque la
Cualidad se da en la Dualidad. Y la Dualidad existe cuando hay un
punto de vista, una visión hacia otro algo igualmente dual. Ese es el
caso siempre que algo de ti esté fuera de tu persona física, de tu vida
3D.
Al tener el conflicto en el otro, “eso” es justamente lo que tú no posées.
Hay conflicto porque una cualidad tuya está fuera. Porque al estar
fuera, la ves desde el otro lado puesto que tú no la tienes porque la has
echado fuera.
Si lo acoges, dejará de ser conflicto, y además te completará en tu ser
físico. Deja de ser conflicto porque al no estar aislado recupera la
identidad mayor de la que forma parte, fusionándose con ella.
Ahora estamos sintiendo que pasamos tantas penurias porque estamos
recogiendo las partes de Yo Soy disgregadas.
Al coger el conflicto ajeno no se trata de meter en nuestra identidad
basura. Se trata de dejar de verla como basura. Nada es malo. Sólo
nuestro punto de vista dual lo define con esta cualidad. Si es basura es
sólo para la definición de nuestra percepción. Mientras lo veamos así,
no lo asumiremos y huiremos de ello, pero ello no huirá de nosotros. Lo
encontraremos a cada paso, en cada persona. No es que a veces
todas las personas sean iguales, es que se les incorpora ese cacho de
identidad nuestra que nosotros no reconocemos pero, como nos
pertenece, nos persigue.
¿Te vas encontrando gente que te trata con ira? En ese caso: Primero,
entiende que no es ira, es que te impacta como tal. ¿Qué puede
ocurrir?
¿Tal vez tú te acobardas y huyes siempre?
Coge esa ira y úsala tú, pero en ti no será tal cosa, tal vez en ti sólo
sea asertividad. Y al ser una persona capaz de mantenerte en tu sitio,
ya no sacarás eso fuera para que “te mantenga en su sitio” otro. Es
absurdo que sea el otro el que te coloque en tu sitio. Lo lógico es que
seas tú quien lo haga.
Estamos recogiendo nuestros cachos, estamos recogiendo para
mudarnos. Porque la mudanza ascendente es un viaje que sólo se
puede hacer llevando todo nuestro equipaje. Si hay algo que se queda
aquí, entonces sí hay algo de nosotros que no asciende, nosotros no
ascendemos, puesto que “arriba” somos en la totalidad. Arriba = Uno.
Un día nos disgregamos para mirar desde diferentes puntos de vista la
realidad, hace mucho, mucho tiempo. Ahora hay que volver a casa.
Tenemos que recoger.
El karma ha sido la recogida de estos cachos. Los hemos dejado por
ahí y nos hemos olvidado de que eran nuestros. Ahora ellos también
quieren ascender y nos necesitan para hacerlo.
Ámalos cuando los veas. No son malos si los reconoces. Abre tus
brazos e incorpóralos a tu ser. Cuando estén ahí, en tu ser, cobrarán
otra cualidad y, en lugar de ser molestos, te serán útiles porque te
complementarán. Verás qué pronto reconocen el lugar al que
pertenecen. Tal vez no sea el mismo que hayan ocupado fuera. En ti
serán benévolos.
Tú, lo que conoces de ti, no es más que un charco de lluvia constante
de tu Ser Superior, que no para de evaporarse hacia Él de nuevo y Él,
de nuevo, no para de lloverse sobre la 3D (tú y tus cachos
desperdigados).
No se trata de ser bueno o malo según lo que nos han contado. No te
preocupes por el juicio de los otros. Haz tu trabajo y ayudarás incluso al
que te juzga como errado. Estarán haciendo también limpieza en su
identidad. Tal vez si se vacían de tu cacho no les queda otra que
recuperar el suyo para rellenar el espacio ahora vacante. Y ese cacho,
¿quien sabe dónde andará colocado? Pero seguro que muy cerca de
él.
Recoge tus cosas. Nos vamos a casa. La soledad termina porque no
era más que la distancia marcada por las barreras de tus cachos
disgregados. Ella te impedía ver correctamente.
Tu lugar te espera, y está lleno de amigos, enteritos (Uno), con todo lo
que Son.
Incorpora tus sombras a ti y ven. Trae tus cachos incorporados.
No hay que ser bueno. Hay que ser completo. ¡Qué sabes tú qué es
ser bueno, si juzgas parcialmente, puesto que no posees unidad
cuando juzgas! Sé completo. Y cuando seas Uno, estarás en casa sin
más preámbulo. No hay más viaje.
El viaje es lo que estás haciendo ahora. Sabrás que terminó cuando
estés en el hogar. Y ya no lloverás puesto que al no estar disperso no
tienes que proyectarte. Sólo se proyecta lo disperso. Al ser unidad,
estarás recogido en el hogar. Sin proyecciones. Por lo tanto no
necesitarás la 3D (la 3D no es un lugar, es una mirada), puesto que
ésta no es más que el sustento de las partes, en la parcialidad. Por eso
ese mundo se define como de dualidad. Es porque sólo lo parcial, lo
incompleto llega allí, es la pantalla de lo que no es un todo. El todo es
el resultado de una fusión que, al realizarse, se convierte en Luz (igual
que la electricidad hace chispas).
Terminó tu viaje. Eres libre.
No te preocupes por lo que tienes que soltar, todo lo que tienes de más
ocupa un espacio porque está vacío, esas cosas son ocupas. Llénalo
de tu esencia y lo otro se irá como respuesta, así es.
“Nada es malo. Sólo hay algunas cosas que están fuera de sitio, con lo
que su función no es la apropiada”.
Las luces que ves son pequeñas fusiones que estás realizando. Esas
son las estrellas que se presentan ante ti fugazmente. Son
revelaciones de peldaños subidos en el camino de regreso a casa.

Mundos de Éter
GRACIELA BÁRBULO




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.