Para evitar la consciencia que se experimenta en el Ahora, la mente tiende a vivir en el pasado o irse al futuro, pues necesita de la inconsciencia del tiempo para coexistir. Esta estrategia mental conlleva a vivir apegado al
sufrimiento que la mente produce al permanecer identificado con la forma física y con las circunstancias que ésta vivió. Es una estrategia que no permite la experiencia del Ahora –en la cual no hay dominio mental–, se viva con
intensidad y profundidad.
Cuando centras la atención sobre un pensamiento, sobre un recuerdo del pasado que te agrada, por un instante, disfrutas y obtienes un momento de goce y placer; pero tan sólo es un breve instante, perecedero, y –lejos de ser
un auténtico sentimiento–, es un breve espejismo producido por la mente. Al considerarlo como un recuerdo grato, disfrutas con él sólo porque desde la mente lo juzgas como agradable; pero únicamente puede aportarte una
felicidad transitoria y momentánea (lo cual no es auténtico pues no es proveniente interiormente sino del exterior).
Ten presente que el mundo externo y todo aquello de lo que proviene del dominio de la mente, es dual, y se vive ambas partes, pues en realidad son indivisibles. Hasta que no conectas con la Vida Una, con la indivisibilidad
interior, donde no hay opuesto y no se está obligado a experimentar interiormente las dos partes de la vida, toda sensación conlleva la experiencia de su opuesto. Si lo aceptas interiormente, experimentarás sin sufrimiento.
Lo mismo ocurre con un recuerdo que provoque agonía en la mente, es algo momentáneo y que depende de ti darle el poder de producir sufrimiento e identificarte con él. Si tú no permites que ese recuerdo acceda a
la mente permaneciendo en el Aquí y Ahora (si accede, obsérvalo sin juzgarlo), no puede dañarte ni hacerte experimentar malestar alguno, por muy doloroso que éste hubiera sido en otro momento.
La mente (para lograr un mayor control) hace permanecer en el dolor interior a todos aquellos que se identifican con la forma, al clasificar algunas circunstancias como negativas y traumáticas. Además –como estrategia para
mantenerse en el pasado y con falta de presencia– crea odio, rencor, juicios, ira… y falta de Aceptación, y de esta manera, permanece en la correspondiente inconsciencia. Cuando la mente se marca un objetivo, tras experimentar un pequeño momento de placer al conseguirlo, necesita marcarse otro de inmediato. Lo que vuelve a hacer que no se experimente la belleza del momento presente.
No es que sea malo plantearse objetivos Puedes trabajar cada día, desde el presente para conseguirlos, pero ten presente que los proyectos no definen quien eres realmente; que conseguirlos o no, no es un triunfo o un
fracaso. Estas clasificaciones es una osadía de la mente que intenta controlar todo lo que pasa, y que hace experimentar sufrimiento –cuando se permanece bajo su dominio–, cuando por falta de Aceptación, las
circunstancias no son como quiere o los objetivos no salen como piensa. Como la mente siempre considera que el bienestar está en el futuro, éste nunca llega porque el futuro no existe. Puedes estar bien Aquí y Ahora,
pero nunca estarlo en el futuro. Si lo deseas, puedes marcarte objetivos, no es que sea malo o te aleje de ti mismo (para quien lo vive, todavía son necesarios); pero para no permanecer bajo el dominio de la mente, no
deposites el bienestar en conseguirlos, o en que todo surja como esperas o deseas. Trabaja en cada momento desde el presente para conseguir algo, pero ten la consciencia suficiente para saber que, realmente, no eres un
objetivo a alcanzar, ni que eso te va a ayudar a estar mejor, ni te va a permitir lograr la felicidad deseada.
Vivir el Ahora significa conocer los patrones mentales y los distintos intermediarios que hacen que tu vida esté dominada por ellos, para así trascenderlos y no estar obligado a permanecer bajo su dominio. Así surge la
naturalidad de la fluidez en lo que hagas. Entonces no vives para alimentar la ilusoria figura del yo.-ego, por lo que aparte de aceptar el momento, también puedes –desde esa fluidez y sin depositar tu bienestar en el objetivo–, actuar.
Ahora lo que te mueve es de un Origen distinto, todo cobra una nueva perspectiva.
Nada exterior ofrece verdadera Paz, felicidad... Todo –la Paz, la Libertad, la Felicidad– está en ti, sólo puedes experimentarlas interiormente, sino se quedan en la superficie, momentáneamente. Todo es una percepción limitada de la mente. Hay que estar presente y vivir el Aquí y el Ahora para dar la bienvenida a la tranquilidad del Ahora. Aquí y Ahora no hay sufrimiento, cuando lo hay es porque te alejas del presente; es la mente quien lo produce. Permaneciendo en el Aquí y el Ahora, no hay sufrimiento, ni siquiera la búsqueda de la felicidad, la Paz,… No hay nada, está todo bien. Eres libre,
Eres Tú. Tú no eres la mente, conecta con la Fuente Interior…
Viaje a la Divinidad – Muerte en vida
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