martes, 24 de enero de 2012

El adiestramiento y la purificación de la mente


Las seis paramitas o perfecciones principales:

La generosidad, la ética, la paciencia, el esfuerzo, la concentración y la sabiduría.

Del libro “Como un relámpago ilumina la noche”. Dalai Lama.

El adiestramiento y la purificación de la mente es un proceso gradual. Nos purificamos eliminando primero los defectos mayores y desarrollamos las buenas cualidades expandiendo las pocas que tengamos.

Primero, líbrate del mal;
luego líbrate del ego;
al final, líbrate de los pensamientos.
Quien conoce esto es sabio.

Sólo puedes obtener una vida humana evitando los actos no virtuosos que conducen a nacer en los reinos inferiores del Samsara.

“Luego, líbrate del ego”. Tras haber puesto término a los actos negativos, debes abandonar sus causas: las emociones negativas.

“Al final, líbrate de los pensamientos”. Para alcanzar el despertar no basta con eliminar las emociones negativas y sus causas, también es indispensable deshacerse de los hábitos que oscurecen el conocimiento. La vía que conduce a todo ello es la sabiduría que reconoce la falta de realidad de los fenómenos.

“Quien conoce esto es sabio” se refiere a los que conocen las diferentes etapas del camino y sus puntos esenciales, y saben practicarlas respetando escrupulosamente el orden correcto para alcanzar la completa realización. Es importante, por tanto, saber practicar correctamente, sin contentarse con un conocimiento vago o parcial del camino.

Si queremos ayudar a los demás seres, debemos ser capaces de liberarlos del sufrimiento y disipar su ignorancia, haciendo que nazca en ellos la realización de la vacuidad. Esto significa que necesitamos alcanzar la verdadera realización, y esto sólo podemos lograrlo con esfuerzo y el desarrollo de la “visión clara” y “la calma mental”.

Dalai Lama

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