sábado, 10 de julio de 2010

Libre albedrío

Tu subconsciente contiene tus recuerdos y los de toda la humanidad, por eso eres responsable (no culpable) de cualquier situación que te moleste.


* Cuando piensas en algo, extiendes un cordón virtual y flexible, hasta donde se encuentra el objeto o ser en el cual estás pensando. Por medio de ese cordón viaja tu pensamiento y te une a todas las personas que están pensando lo mismo que tú. Así que si meditas, no sólo lo haces tú, estás unida(o) a miles de personas trabajando por lo mismo que tú. Así sucede también cuando te lastimas.


* Existe sólo un alma y una mente. No estás separada(o). Eres otra(o) yo.
Si aún no comprendes estos puntos, relee los artículos para que tu asimilación del libre albedrío sea completa y perfecta. Mi objetivo es que estudies este escrito cuantas veces puedas para que aprendas a ser más tolerante y flexible con tu manera de ver la vida, para que puedas soltar lo que has tenido que vivir.

El libre albedrío es un regalo que se nos dio a los seres humanos con el fin de que pudiéramos decidir. Se nos entregó un mundo con dos diferentes maneras de verlo: aquella que nos hace daño y la que nos permite sanar. Es así como la muerte para muchas culturas es un inicio, en cambio para otras significa el fin. Así mismo para muchas personas, el infierno es un lugar lleno de fuego, que huele a azufre y para otras, el infierno es la propia mente cuando reside en el ayer.

De modo que todas las situaciones tienen por lo menos dos formas posibles de observarse y dependiendo de nuestro sistema de creencias elegimos aquella que coincide con lo que consideramos mejor. Esto demuestra que la realidad no es una sola, porque yo puedo observar que las espinas tienen una rosa o puedo elegir ver que la rosa tiene espinas y puedo hacerlo porque SOY EL OBSERVADOR, SOY QUIEN DECIDE.


Como he escrito antes, el dolor humano proviene del concepto de separación, nos consideramos distantes unos de otros y a mil años luz de Dios, que lo es todo. No obstante, existe algo que puede hacer más fácil nuestra existencia y se trata del conocimiento. Cuando conoces, tus sentidos dejan de intervenir y permites que algo divino se apodere de tu vida para entonces poder observarla con los ojos de tu alma.
Tu alma es como el sol, como su luz, que se distribuye en las casas de un barrio, iluminando a cada una de ellas o no, dependiendo de sus cortinas o de sus muros.

La luz simplemente es. Y cada casa (que simboliza un cuerpo físico) del barrio sabrá cómo utilizarla, no obstante la luz jamás perderá su esencia. Entonces tú eres ese sol, que tal vez se haya apagado o disminuido por los recuerdos que revive tu mente consciente. Pero aunque lo niegues seguirás siendo esa misma luz.
De modo que eres quien ahora me lee, eres tu madre, eres tu vecino, eres tu pareja, eres tu bebé, eres el árbol, eres el agua, eres la oscuridad, el día, la noche, el pan, el vino.

Eres todo esto vibrando en diferente frecuencia por medio de aquellos átomos de los cuales estás hecha(o). Por eso cuando piensas lo haces por el mundo, aunque te suene absurdo, estás unida(o) a todos por medio de tu mente.
¿Desde cuándo tiene tu alma eso que llamamos libre albedrío? Desde siempre. A través de los tiempos y de los espacios, a través de toda la vida, tu ser siempre ha decidido; ahora no lo recuerdas porque consideraste que era mejor así para poder experimentarte totalmente en este espacio, pero justo en este momento recibes nuevamente el mensaje para impulsarte también por decisión tuya.

Tomas todas estas decisiones de manera individual y ellas influyen sobre los demás seres vivos a diferentes niveles, o sea que tu libre albedrío es individual y a la vez colectivo. Espero ser lo suficientemente clara respecto de este tema, de eso depende que seas más indulgente contigo, que puedas perdonarte, que puedas valorarte lo suficiente.
Así es como el alma decide que cambiar de estado o morir, como le llamamos aquí, es lo que en ese momento equilibra las necesidades suyas y de toda la Tierra. Si no fuera así entonces nadie partiría.

Además no hay edad para partir, no hay una edad definida para marcharse. Así es como algunas almas eligen morir en el vientre materno y muchas otras eligen hacerlo cuando han recorrido el camino que les hacía falta vivir.

Si en algún momento de tu vida decidiste que tu bebé no debía nacer ¿Crees que esa decisión no estaba en fusión con su propia alma (la del bebé)? ¿Crees que lo hiciste sola(o)? ¿Crees que no estuve ahí? ¿Crees que Dios se escondió mientras estabas asustada(o)? ¿Crees que para castigarte después te hizo estéril? Si crees esto entonces aún continúas separada(o) de El. ¿Qué hay de aquella frase bíblica que dice que ni una hoja de un árbol se mueve sin su voluntad? De seguro la habías olvidado.
Cuando comprendas que la voluntad de Dios es la misma tuya, entonces tus problemas desaparecerán. Recuerda que tus decisiones son individuales y colectivas a la vez, así que todos los seres humanos somos responsables de lo que se nos hace tan terrible y pecaminoso.

Tu culpa afecta tus órganos, así como a tu corazón y el de la Tierra, por eso hay que comprender su razón de ser para descubrir detrás de su máscara, al amor.
¿Has sentido enojo porque esa persona se marchó del planeta cuando en tu concepto no debió hacerlo? ¿No tuviste tiempo de decirle muchas cosas? ¿Te resentiste porque tu pareja se fue de la casa sin darte una oportunidad? ¿Te lastima tu hijo mayor porque se convirtió en mujer y puso un salón de belleza con el cual se siente realizado? ¿Tu hija menor embarazada se ha convertido en tu peor pesadilla?
Si tu respuesta es SI, entonces utiliza tu libre albedrío, eres EL OBSERVADOR, así que invierte estas situaciones y si esa persona que amabas se fue es porque así lo decidió, así se requería, se necesitaba de esto para equilibrar muchas otras cosas; no pudiste decirle tanto como hubieras querido porque hay palabras que no deben decirse.

Créeme esa persona está muy bien y tú la contienes así que no ha muerto en realidad, él o ella vive en ti. Si así lo comprendes te espera la libertad, la alegría de la aceptación, la paz de ser una(o) con Dios.
Si tu pareja se fue de casa por el motivo que fuera, acepta su decisión, acepta la tuya, recuerda que todo se apoya en un contrato emocional (leer artículo de este mismo nombre). Si tu hijo mayor se convirtió en una hija estilista, cuando esperabas que fuera abogado, entonces ve a cortarte el pelo con él/ella!!! No lo resistas y aunque no sea fácil empieza por aceptarlo, recuerda que él es otro tú.
Y si este artículo toca tu alma de seguro estás preguntándote: ¿Cómo supo Vivi que esto me sucedió, si ni siquiera mi madre lo sabe?

La respuesta es sencilla: tú crees que ella ni nadie más lo sabe, pero los humanos nos comunicamos a través de nuestra biología o del cordón elástico que une nuestras intenciones, así que no podemos engañarnos por mucho tiempo, porque nuestra energía nos delata. Yo escribo aquí lo que el colectivo espera de mí, o sea lo que tú quieres que escriba.
Se nos enseñaron otros conceptos, otras ideas que están en decadencia porque sólo han generado miedo, enfermedad y muerte en la raza humana.

Todas aquellas mujeres que por una u otra razón abortaron a sus bebés, se han castigado inútilmente con enfermedades, accidentes, esterilidad y dolor. Todo ha sucedido porque se nos enseñó que la culpa nos redimía y que Dios estaba ahí pendiente de cada paso que dábamos para azotarnos, pero eso ha desaparecido, esas teorías dejaron de tener validez, porque su razón de ser ha dejado de existir.

Tú y yo creamos ese mundo pero también somos parte del nuevo paradigma, del nuevo tiempo, de la nueva tierra.
El libre albedrío es tu oportunidad de elegir entre la salud y la enfermedad, la luz y la oscuridad, la guerra o la paz, el miedo o el amor. Tú eliges qué experimentar ahora. Gotas de rocío para ti. Lo siento, perdóname, te amo, gracias.

Por Vivi Cervera

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