domingo, 8 de agosto de 2010

El fruto del amor es el servicio, que es compasión activa. La religión no tiene nada que ver con la compasión,lo que importa es nuestro amor a Dios, ya que hemos sido todos creados con el único propósito de amar y ser amados.La realidad interior y exterior del ser espiritual se experimenta de este o parecido modo. No es necesario convertirse en un santo que cuida de los desheredados para ser espiritual. Lo único que hay que saber es queen la vida hay mucho más que el logro, el rendimiento y las adquisiciones y que la auténtica medida de unavida no estará en lo que se haya acumulado, sino en lo que se haya dado a los demás. El ser espiritual sabe que apareció aquí sin nada material y que se irá del mismo modo. Lo único que puede hacer por tanto es darde lo que tiene en este instante metafísico que llamamos su vida, su paréntesis en la eternidad. Si bien el serespiritual puede alcanzar y rendir a altos niveles e incluso adquirir muchas posesiones, el principio organizador que guía su vida no es el de esta motivación, En el centro de su ser está el vivir de una manera ética, moral y serena, en concordancia con un propósito espiritual. No se puede conocer la realidad mágica cuando el objetivo es conseguir más para sí mismo, especialmente si ello es a costa de los demás. Cuando experimentes una sensación de serenidad y calidad en tu vida y sepas que es tu mente la que ha creado ese estado, sabrás también que de ese estado mental surge la magia capaz de hacer milagros.

Dr. WAYNE W. DYER

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