lunes, 18 de octubre de 2010

EL ENTENDIMIENTO


Nunca jamás uso la palabra renuncia.
Lo que digo es: goza de la vida, del amor, de la meditación, de las
bellezas del mundo, del éx tasis de la existencia... ¡goza de todo! Transforma
lo mundano en sa grado. Transforma esta orilla en la otra orilla, transforma la
tierra en el paraíso.

Y sin embargo,
indirectamente, empieza a producirse una cier ta renuncia. Pero es una cosa que
ocurre, no lo haces tú. No es algo que haces, es algo que ocurre. Empiezas a
renunciar a tus tonte rías, empiezas a renunciar a la basura. Empiezas a
renunciar a las relaciones insensatas. Empiezas a renunciar a trabajos que no
sa tisfacen tu ser. Empiezas a renunciar a lugares en los que no era posible el
crecimiento. Pero yo a eso no lo llamo renuncia. Lo lla mo entendimiento,
conciencia.

Si llevas piedras en la mano creyendo que son diamantes, yo no te diré que
renuncies a: Esas piedras. Me limitaré a decirte: «Man tente alerta y echa otra
mirada.» Si tú mismo ves que no son dia mantes, ¿qué necesidad hay de renunciar
a ellas? Caerán de tus ma nos por sí mismas. De hecho, si quieres seguir
llevándolas tendrás que hacer un gran esfuerzo, tendrás que aplicar mucha
voluntad para seguir llevándolas. Pero no podrás llevarlas mucho tiempo; en
cuanto hayas visto que son inútiles, que no valen nada, tendrás ga nas de tirarlas.

Y cuando tus manos queden
vacías, podrás buscar auténticos tesoros. Y los tesoros auténticos no están en
el futuro. Los auténti cos tesoros están aquí mismo, ahora.

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