jueves, 21 de abril de 2011

Los Sentimientos y Emociones

El bien mayor del hombre es la realización completa de su razón, cuando ésta logra dominar sus sentimientos y deseos, y a partir de ahí, todos éstos pierden su sentido de ser.
Es común la idea de que, cuando entra la mente humana en acción, en primer lugar se formó el pensamiento. Pero, en una franja más profunda que aquella en que se forma el pensamiento, surge el sentimiento, que genera el pensamiento.

Las personas piensan porque sienten.
La fuerza creativa no se acciona directamente por el pensamiento. Toda acción creativa es resultante de un sentimiento. Por tanto, los sentimientos desempeñan un papel muy importante, porque son ellos los que accionan todos los pensamientos y la materialización de los actos.
La Mente Subconsciente es la sede de todas las emociones, de todos los sentimientos. La Mente Consciente es tan sólo un área mental en que quedan registradas las emociones y los sentimientos ya experimentados. Esta es la razón por la cual las emociones y los sentimientos grabados en la Mente Subconsciente se manifiestan con tanta fuerza.
Y, llega el momento en que es fundamental diferenciar emociones de sentimientos, pues hay mucha confusión. En realidad, emociones y sentimientos caminan muy cerca unos de otros. Incluso porque afloran desde el mismo punto de la mente, el subconsciente, aunque las emociones sean más reptilianas (primitivas, instintivas, carentes de cierta censura), mientras que los sentimientos son emociones que ya han pasado por filtros conscienciales y espirituales.
La gran diferencia está en el proceso evolutivo del individuo, o sea, si él acepta ser movido: por los instintos y la irracionalidad – emoción
O BIEN
por la espiritualidad, asumiendo su libre albedrío y todas sus consecuencias – sentimiento
La emoción es un estado afectivo intenso, muy complejo, proveniente de la REACCIÓN, al mismo tiempo mental y orgánica, bajo la influencia de ciertas excitaciones internas o externas. En la emoción existe fuerte influencia de los instintos, de las inferioridades y de la no racionalidad.
El sentimiento se distingue básicamente de la emoción por estar revestido de un número mayor de elementos intelectuales y racionales. En el sentimiento ya existe alguna elaboración en el sentido de entender y comprender. En el sentimiento ya tiene lugar cierta aproximación a la reflexión y al libre albedrío, a la espiritualidad y a la racionalidad o evolución humana.

Alegría es sentimiento. Euforia es emoción.
La alegría es espontánea, y la mayoría de las veces no depende de un motivo o causa, simplemente sucede y se desborda. Es calma y contagiante. La euforia atropella, es inadecuada, incomoda y es poco diplomática. Normalmente, tras la euforia surgen cuadros de frustración, depresión y apatía.

Tristeza es sentimiento. Depresión es emoción.
La tristeza es inevitable en algunas situaciones de la vida, pero puede ser vivenciada juntamente con la paz porque se llega a entender que todo es pasajero y transitorio, y asimismo aprendizaje.

Miedo es sentimiento. Pánico es emoción.
Los miedos son muchos e incluso sirven como auto-protección, auto-preservación o alerta. Pero el miedo constante, sin motivo aparente o real, el que paraliza, revela falta de lucidez y confianza.
Coraje (corazón + acción) es hacer con miedo.

Rabia es sentimiento. Odio es emoción.
Es humano expresar el sentimiento de rabia, incluso como una toma de posición, un discernimiento. Pero este sentimiento ha de ser rápido, pasajero, el tiempo de aprender cómo transformarlo en actitudes realizadoras, en oportunidades para el ejercicio de la paciencia, la tolerancia y la comprensión. Jamás permitas que la rabia se transforme en resentimiento, rencor u odio, pues este es el camino de la auto-destrucción.

Amor es sentimiento. Pasión es emoción
El Amor anima y liberta. Juntamente con la pasión vienen como obsequio los celos, el dolor, la inseguridad y el posesivismo.
Hay tres tipos de sentimientos:
Agradables
Desagradables
Neutros
Cuando tenemos un sentimiento desagradable deseamos evitarlo. No obstante, lo ideal es volver a la respiración consciente, que oxigenará y aportará clareza, y solamente observarlo, identificándolo en silencio.
Nota: Inspirando, tomo conciencia de que hay un sentimiento desagradable en mí.
Espirando, percibo claramente que hay un sentimiento desagradable en mí. Rabia, tristeza o miedo, cuando nombrados e identificados con claridad, hacen más sincera y profunda la forma de lidiar con ellos.

Respirando y haciéndose consciente
La respiración es la forma más poderosa a nuestra disposición para nutrir y fortalecer con poder constructivo las cuestiones emocionales y afectivas. Las filosofías orientales ya dominaban este conocimiento y empleaban esta herramienta desde hace milenios. Buenos ejemplos son el yoga y los mantras. A través de la respiración es posible entrar rápidamente en contacto con nuestros sentimientos, observarlos a través de una óptica más clara y oxigenada, y administrarlos.

Si la respiración es leve y tranquila – resultado natural de la respiración consciente – la mente y el cuerpo van lentamente volviéndose leves, tranquilos y claros. Y de la misma forma, los sentimientos.
En la cura de los sentimientos desagradables es fundamental el cuidado, el amor y la no violencia. No creas en transformaciones sin amor. Incluso porque, a través de la observación consciente, los sentimientos desagradables pueden ser muy esclarecedores, proporcionando revelaciones y comprensión respecto de nosotros mismos y de nuestra sociedad.

El sentimiento verdadero es la comprensión, es el perdón. Es una sensación de paz.
En lugar de la acción que busca deshacerse de partes de nosotros mismos, debemos aprender el arte de la transformación. Podemos transformar nuestra rabia, por ejemplo, en algo más salutífero, como la comprensión. Y, de esta misma forma, es posible tratar la ansiedad (miedo) o la depresión (desesperanza).
Las emociones nos llevan a ilusiones, a falsas expectativas, a la distorsión de la realidad. De esta forma, quedan comprometidos el discernimiento y la capacidad de juicio. Falta la luz de la evolución espiritual. Por otra parte, los sentimientos nos hacen crecer, expandir, hacia la conquista de la paz.

Publicado por Marcela Peñaloza


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