lunes, 15 de agosto de 2011

Vengan a la orilla. Podríamos caernos. Vengan a la orilla. ¡Está demasiado alto!
VENGAN A LA ORILLA Y vinieron. Y él los empujó. Y ellos volaron.
Con estas palabras, vemos un hermoso ejemplo del poder que nos espera cuando nos permitimos aventurarnos más allá de los límites, de lo que siempre hemos dado por cierto en nuestras vidas. En este breve diálogo del poeta contemporáneo Christopher Logue, un grupo de iniciados se encontraba en una experiencia muy distinta a lo que originalmente
esperaban.

1 En vez de quedarse simplemente en la orilla, su maestro los motivó lo suficiente
para que fueran más allá de ella, de una manera tanto sorprendente como empoderadora.
Es en este territorio desconocido que lograron experimentarse de una manera totalmente
nueva, y en su descubrimiento, encontraron una nueva libertad.

La Matriz Divina
Gregg Braden

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