Cómo puedes reconocer a quienes conociste anteriormente? En una multitud de extraños, a veces hay una persona que, al primer encuentro, sientes que la conoces desde hace mucho tiempo. Con otras jamás percibes esa afinidad, a pesar de que puedas tener una gran relación con ellas. Si estás libre de prejuicios y no permites que te engañe la atracción sexual, cuando encuentres almas cuyos rostros y personalidades te atraigan con mucha más fuerza que otras, es muy probable que hayas conocido a esas almas en el pasado.
Una pequeña prueba ayudará también a determinar cuáles son las verdaderas amistades del pasado. Tal vez tengas muchos supuestos "amigos", que te dirán que eres maravilloso y estarán de acuerdo con todo lo que digas. Tales individuos te necesitan porque quieren obtener algo de tí para su propio beneficio. Los verdaderos amigos no desean más que disfrutar de tu presencia. A veces, la prueba que distingue a los amigos reside en la forma en que se comportan contigo cuando has hecho algo que les provoca o contradice. Quienes en verdad te aman nunca tomarán represalias ni te abandonarán, a pesar de que puedan existir desacuerdos. Tus auténticas amistades de otras vidas te brindarán un amor sin condiciones. Hagas lo que hagas, ellos siempre te ofrecerán su amistad. Cualquiera que te ame de manera incondicional es alguien a quien ya conociste con anterioridad. Esa es la clase de amistad que igualmente tú debes prodigar.
Al analizar quiénes son tus amigos de vidas pasadas, un rasgo que también te resultará revelador es el grado de afinidad que sientas con ellos. Conforme concentres gradualmente tu conciencia en el desarrollo de una amistad verdadera con otra persona, advertirás que comienzas a conocer lo que esa persona sentirá o cómo responderá, aún antes de que reaccione. Si puedes hacerlo poco tiempo después de haber iniciado la relación, con seguridad conociste a esa persona en vidas pretéritas. Estos son algunos de los signos por los cuales sabemos quiénes fueron nuestros amigos del pasado.
Sé cordial con todos, mas no esperes que ellos sean tus amigos, a menos que hayan pasado estas pruebas. A quienes no las pasen, prodígales amor y consideración, pero recuerda que no están preparados para recibir tu amistad. No debes permitir que tu corazón o tus sentimientos resulten afectados. La mansión de la amistad debe edificarse sobre cimientos sólidos. Si disientes de lo que piensan tus amigos y pierdes su estimación debido a éso, sabrás entonces que no eran, en verdad, tus amigos.
No debes tratar de edificar la mansión de la amistad sobre las arenas de tales relaciones.
La mayoría de las personas son egoístas; desean complacer a los demás por lo que puedan obtener de ellos. Dichas personas dicen "Si" indiscriminadamente, impulsados por la conveniencia del momento. Nunca renuncies a tu libre albedrío ni comprometas tu conciencia e ideales para obtener algún provecho. Mantente fiel a los más nobles principios.
Del libro "El Viaje a la Iluminación".
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