miércoles, 18 de mayo de 2011

Trasformar el sufrimiento en éxtasis

¡Queridos! Os pedimos que penséis en esto. ¿Es tu búsqueda de la iluminación, de la alegría y el entusiasmo de conectar cada vez más con lo que realmente eres? o ¿es mas bien una búsqueda para escapar del temor, del dolor y de la angustia del día a día? Te sugerimos que pienses en ello.

Date cuenta, amado, de que no hay escape. Mientras intentas deshacerte de, vencer a, liberarte de, empujar fuera de ti o soltar el temor, el dolor y la angustia, esa energía que gastas para apartar de ti algo, redirigirá hacia ti aquello de lo que procuras huir. Todo aquello a lo que te resistes persiste totalmente, y a todo aquello que invalidas le das poder completamente.

Eres realmente un gran cuerpo de energía electromagnética. Esto significa que cada una de tus aspectos: tu cuerpo físico, tu conciencia, tus pensamientos y creencias y tu ser emocional están entrelazados para crear un cuerpo de energía que se asemeja a un imán. Esta energía tiene una resonancia, una frecuencia vibratoria, que atrae hacia sí mismo aquello que encaja con su propia frecuencia.

En el día a día, creas en tu realidad percibida esas situaciones que reflejan tus propias creencias acerca de quien eres y de cómo es el Universo. Las frecuencias o las resonancias encajan entre sí. Así que si deseas producir un cambio en tu vida, debes entonces cambiar la frecuencia que eres.

Hemos dicho muchas veces que la iluminación o la capacidad de existir en el estado de la cuarta o quinta dimensión, como así lo llamáis, es el resultado natural de amar cada uno de tus aspectos incondicionalmente. Es decir que a través del amor incondicional cambias tu frecuencia. Esto no tiene porque ser una lucha. Es sencillamente una elección en cada momento presente. No hay píldoras, ni pociones mágicas, ni palabras mágicas, ni conjuros ni rituales. Hay sólo amor o temor. ¿Cuál escoges en cada instante?.

Claro que tu frecuencia cambia y fluctúa momento a momento. Cuando estás en un espacio amoroso y de aceptación, percibes tu realidad exterior con esa perspectiva. Aquellos que han experimentado momentos de epifanías o grandes ¡Ah ah!, se han preguntado por qué esta experiencia no se ha repetido más seguido, o por qué si la han experimentado una vez no puede ser así todo el tiempo. Bueno querido, es porque esa frecuencia no encaja con lo que eres la mayor parte del tiempo.

Los dos componentes poderosos de tu ser magnético son tus creencias acerca de ti mismo y las emociones conectadas a esas creencias. Las emociones son la base de tu poder creador. Cuando operas en tu día a día desde las emociones de temor basadas en la creencia de que no eres digno, de que eres insuficiente, de que no tienes poder, de que el amor es igual al dolor y de que el universo es un lugar peligroso y de condenación, entonces tus creaciones diarias reflejarán esto.

Sin embargo, como eres un poderoso y maravilloso Ser, cambias tu resonancia para crear cualquier cosa que desees. Todo empieza y termina contigo. Recuérdate tu verdad más grande. Eres en todo momento, sin importar lo que parezca, una expresión perfecta y eterna de la Creación. Eres Dios y Diosa jugando un maravilloso juego llamado ‘la vida humana ahora’.

El aspecto de ti que se olvida de esta verdad, el aspecto que cree y siente todo el temor, es solo un pequeño niño que vive dentro de ti. Aquel que, a pesar de olvidar la gran verdad, ama la totalidad de sí mismo absolutamente, aquel que ha luchado cada día de su vida para sobrevivir, aquel que siempre ha hecho lo mejor posible en cada circunstancia, es este pequeño aspecto de ti el que requiere plena atención, requiere tu compasión y amor incondicional.


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