martes, 24 de agosto de 2010

Una historia para compartir

Hace un tiempo atrás dos almas se encontraron, luego de mucho buscar algo que sentían habían perdido. Un día un ángel del cielo unió nuevamente sus caminos, pues ellas habian vivido una historia de amor que fue manchada por el dolor.
Con ese reencuentro en el que el Universo entero conspiró, pues de otra manera no se puede entender, ellas echaron a andar encontrando en el sendero ilusiones olvidadas, experiencias compartidas y sentimientos bien guardados.
El lenguaje de esas almas desde el inicio fue la sinceridad, pues compartían todo sin pensar en nada más, sin posturas, ni mentiras, simplemente la verdad dicha con la mayor sencillez que se pueda imaginar. Entre ellas construyeron un mundo mágico e ideal, donde simplemente existían ellos y nada más.
El camino hacia ese mundo estaba pintado de flores, de arco iris hermosos que se dibujaban en el cielo, de experiencias sublimes, de poemas, de canciones, de palabras muy sinceras. La música era el lenguaje que esas almas eligieron para compartir aquello tan sencillo y verdadero. Era un mundo nuevo, en otra dimensión y al que juntos se escapaban para permitir que el amor echara alas y volara libre hacia la eternidad.

Un día, las tormentas de la vida llegaron hasta ese mundo, afectando a aquellas almas que se sentían volar. Un nuevo camino se abrió ante ellos, muy diferente al anterior, y una de ellas comenzó un sendero lleno de espinas y sufrimientos, de realidades muy dolorosas que movieron muy bruscamente los más recónditos cimientos. Pero aún así ellos entendieron que era un mensaje del cielo y el propósito de su encuentro era acompañarse en ese sendero.
Permanecieron así unidos pese a todas las tormentas, fortaleciendo la fe en el cielo y creciendo en las experiencias. El amor todo lo puede, pensaban aquellas almas, pues no depende del tiempo, del espacio, ni las ansias.
Así pasaron los tiempos..... ya no era el mismo camino, ya no caminaban juntos pues sus senderos se separaron para llevarlos a vivir otras experiencias y dedicar todo su esfuerzo, sus energías y sus cuidados a las personas que para compartir su vida, por separado habían escogido. Y así esos caminos que un día se reencontraron comenzaron a distanciarse y cada vez más lejos parecían estar.
Ya no era el mismo camino.....ya no sabían como llegar a ese mundo de ensueños y magia que un día llegaron a edificar. Y la distancia comenzaba a parecer un abismo, pues la sinceridad de las palabras no era la misma, ya no decían los sentimientos, ni las ideas de cada cual, pues el silencio era el que ocupaba el espacio entre las dos almas. Podía parecer sencillo dejarse ir sin siquiera luchar, permitiendo que la costumbre los separara todavía más.
Pero en lo íntimo de sus almas una esperanza parecía quedar y fue cuando el ángel de los sueños decidió entonces hablar, comunicando a esta alma el mensaje que debía llevar. "Aún hay tiempo para encontrar otro camino que nos permita juntos andar los senderos que la vida nos quiera regalar." No siempre es cierto que los caminos se pueden volver a juntar, pero si es cierto que los sentimientos si son sinceros han de quedar, y otros senderos y otros caminos se extienden para transitarse llenos de magia y desafíos, llenos de sueños y de experiencias.
Y fue así como esta alma, acompañada del ángel de los sueños, quiso plasmar en este escrito lo que ella sentía en sus adentros, y esperaba que el mismo ángel acompañara a la otra alma para que de la magia de las palabras pudiera surgir un nuevo encuentro en el que la sinceridad dejara plasmada esa realidad que juntas habrían de enfrentar, recordando que pese al tiempo y a la distancia, y a que esta vida no es para ellos, un día soñaron con otro cielo lleno de sueños y de esperanzas.....lleno de magia y de añoranzas.
Dios cual Padre protector los acompaña en cada momento pues ni una hoja de un árbol cae sino es por su santísima voluntad.
Y el ángel de los sueños cual fiel mensajero sabía que el mensaje así llegaría......y una vez más el Universo conspiró para que las almas pudieran encontrarse, pudieran compartir hermosos sentimientos, pudieran entender que en su sabiduría, Dios había permitido que su amor renaciera en un mundo de ensueños, de magia y de color, porque esos eran los cimientos que le permitirían volar y estar unidos pese a las pruebas, las distancias, las tormentas y el dolor.
Ellos entendieron que eran una misma alma dividida en dos, que Dios los creo en su amor, pero que había lecciones que aprender, por eso su separación. La lección del amor incondicional, esa habían de aprender, pues el amor es algo más que la unión entre dos seres, él sobrepasa la razón, va mas allá de las apariencias, pues no espera y simplemente se regocija en el privilegio de amar. Así fue que entendieron que para esta gran lección, maestros eran los dos.

Así las almas un nuevo camino comenzaron juntas a recorrer, pues las lecciones de esta vida constituían la clave para su verdadera y eterna unión, cuando volverían a ser UNO en el mar infinito del amor de Dios. Y así siguieron sus vidas, separados pero unidos, pues en el mundo de los duales les tocaba aprender.
Reconocieron que había un camino hacia un mundo lleno de magia y de color, al cual tenían acceso para juntos comprender que esta vida es apariencia, pues la verdad siempre será, que somos almas en busca de sueños, espíritus en busca de la verdad, para encontrarnos y poder ser UNO y vivir en Dios por la eternidad.

El tiempo es ahora .


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