"No hay dificultad que suficiente amor no venza. No hay enfermedad que
suficiente amor no cure. No hay puerta que suficiente amor no abra. No
hay muro que suficiente amor no derribe. Y no hay ningún pecado que
suficiente amor no redima. No importa lo profundamente asentado que
esté el problema ni lo desesperanzador que parezca. No importa lo
enredada que esté la maraña ni lo enorme que sea el error. La
compresión del amor lo disolverá todo. Y si tú pudieras amar lo
sufiente, serías la persona más feliz y poderosa del mundo."
"El amor lúcido da luz al conocimiento, lo alumbra. La conciencia ahora
sabe y ama, ahora crea y avanza, nada le detiene, porque esta
definitivamente instalada en ese caudal de energía amorosa de sabiduría
desde donde ya no hay vuelta atrás.
La energía de amar es la fuente más poderosa que existe en el universo conocido.
Es la energía que esta impregnando todas las cosas vivas, apenas la
identifiquemos hoy con las relaciones interpersonales afectivas. Es una
energía muy poderosa, dinámica, que crea, materializa, concreta,
desplaza, atrae, comunica, sostiene, deshace, esta presente en todas
las acciones que promueve la conciencia. Ahora estamos en un momento de
nuestra evolución donde necesitamos, mas que nunca, reconocerla como
promotora de vida y sentirla operando, a pequeña y a gran escala, en
todas las acciones del día a día.
La energía de amar es una vibración que empieza a resonar dentro de uno cuando vamos
recuperando lucidez, es un descubrimiento de la persona lucida, porque
el amor verdadero es un acto consciente, alegre, generoso, liberador,
sanador.
El amor lúcido es el premio de la conciencia lucida. Vivir en el amor lucido supone todo un trabajo
evolutivo consciente con respecto a la erradicación de la vibración del
sufrimiento y del miedo en nuestra vida.
Necesitamos asistir a los procesos de muerte de las viejas concepciones que todavía
arraigan en le Tierra para producir el encuentro con la energía de amar.
La vibración del miedo y del sufrimiento son los grandes pilares que
sustentan la corriente planetaria desde hace milenios y sigue
dificultando la implantación del nuevo paradigma que deje disfrutar de
la alegría, la gracia y la plenitud aquí en la Tierra.
Mientras la persona no transforme y aparte de si todo lo residual que arrastra
de esos viejos paradigmas, no está en condiciones de sostener la nueva
vibración, porque la nueva vibración no será impuesta, la persona la
tiene que querer, que buscar y reconocer, para permitirle la entrada
hasta la mismísima intimidad de sus células humanas y que regenere,
desde su ADN, hasta su sentir y pensar hacia todas las cosas.
La energía de amar esta en el origen de ese cambio de conciencia del que
tanto se habla hoy en día, está relacionada con la apertura al cambio,
con el buen trabajo de transformación de uno mismo, la vivencia de la
abundancia, la alegría y la plenitud, la confianza en la vida, y en uno
mismo.
- Estar preparada para cambiar
Con los cambios amanece otra compresión de las cosas, se incorpora la
enseñanza que viene implícita en el nuevo suceso y se facilita la
descarga definitiva de toda la energía toxico-emocional que impregnaba
la vieja situación y el recuerdo de si misma.
Con el cambio hasta el recuerdo cambia porque es menos denso. Cuando comprendemos cambiamos y no repetimos eso nunca más.
El cambio es un poderoso acto de desdramatización que produce anticuerpos
energéticos que impiden la recaída y vuelta atrás. La persona que
cambia reconoce la tentación que todavía ejerce al pasado, porque, el
cambio no es olvido, pero la misma fuerza regeneradora del cambio
impulsa hacia delante siempre.
El hecho de avanzar en la dirección correcta es sanador porque aleja definitivamente del conflicto."
Fuentes: Cita de Emmet Fox, Maestro de Metafísica. Y fragmentos del libro de Palomas Cabadas "No nos educan para amar"
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