domingo, 5 de septiembre de 2010

Como desterrar la duda

En los apartados siguientes encontrará algunas sugerencias para extirpar la duda de su alma. Tenga presente que la duda no sólo inhibe su búsqueda, sino que también puede ser una fuerza destructiva en su existencia cotidiana.

• Tome la decisión de que va a encontrarse con el Dios invisible en su interior. Esto significa estar dispuesto a pasar tiempo en el silencio de su ser. Busque la oportunidad para guardar silencio y escuchar. No haga nada más, pero repita esto cada día.Al apartar los pensamientos y deleitarse en el silencio, sentirá la energía de la presencia superior fluyendo a través de usted. Proporciónese un momento divino para hacer una afirmación silenciosa de que se encuentra con Dios.No sienta que tiene que compartir su experiencia ni convencer a otros de que ha sentido a Dios en su interior. Limítese a reparar en cómo cambia de una creencia a un saber cuando la pizca de duda que albergaba desaparece.

• Permita que el momento de revelación esté libre de cualquier crítica o duda. Andrew Cohen lo expresa de la siguiente forma, en su libro “La iluminación es un secreto”: “Cuando se produce una profunda revelación, se ha de adoptar una actitud muy seria respecto de la propia vida. En el instante en que reconoce que está viendo la verdad tal cual es, tiene que darse cuenta de la trascendencia de lo que está siéndole revelado. Si no es traicionada ni una sola vez, su confianza en esa revelación sólo puede aumentar. Cuando más fuerte sea la confianza, más profunda será su sabiduría. Pero si ante esa revelación se permite entregarse innecesariamente a la duda, comienza a descender por un camino incierto y al hacerlo su confianza se verá minada”.

• Tenga siempre presente que la duda la origina su ego. La duda no forma parte de su yo espiritual. Con esta conciencia puede aprender a Observar su duda en lugar de atesorarla.Usted está esforzándose por conocer al conocedor, y el conocedor es su invisible yo superior. Use su capacidad para distanciarse de la duda y haga que penetre en su mundo interior. Luego observe cómo la duda le obliga a actuar de una manera predeterminada y limitada. Este acto de observación hará por sí mismo que la duda se disipe.Cuando la duda aflora en su interior y la reconoce, tiene que estar dispuesto a decir “no, ya no permitiré que estos pensamientos entren en mi vida”. Muchas personas y pensamientos intentarán apartarle de su búsqueda espiritual. Debe estar dispuesto a considerarlos sus pruebas y aceptar el consejo que les damos a nuestros hijos con respecto a las drogas: “¡Simplemente di no!”.Haga una lista de las creencias a las cuales todavía se aferra y que no le sirven. Verlas por escrito le ayudará a identificar lo absurdo que es permanecer arraigado en las creencias de otros.Al examinar sus creencias, fíjese en cuántas comienzan por “debería” y “no debería”. Este tipo de frases fueron su primera formación y puede que aún ocupen un espacio tan grande dentro de usted que no le dejen espacio para nuevos conocimientos.Busque frases como: “Debería prestar atención a lo que piensan sus vecinos”. “Debería enfadarse cuando la gente le trata mal”. “Debería odiar a sus enemigos”. “No debería estar en desacuerdo con otros”. “No debería ser feliz cuando otras personas de su entorno sufren”. “Debería sentirse culpable de su éxito cuando otros tienen tan poco”. “No debería olvidarse de lo que siempre creyó su padre”.Hay una larga lista de “debería” que le impiden alcanzar el júbilo de la vida espiritual. Esas creencias deben reemplazarse por conocimientos que provengan de su propia experiencia.


• Reeduque su mente.

Su mundo interior, su mente, es como una grabación que suena de forma constante. El sonido de la mente puede hacerse tan intenso como para que usted cree imágenes de desastre que se confundan con su realidad.En “El misterio de la mente”, Swami Mukta-nanda cuenta lo absurdas que pueden volverse nuestras creencias y cómo pueden en realidad gobernar el mundo, sin tener ninguna base en la realidad. He aquí uno de sus ejemplos:Había una vez un trabajador pobre llamado Sheikh Mahmoud. Un día, su patrón le dio un pote de arcilla lleno de nata líquida y le dijo que lo llevara a la población más próxima.-Si lo haces -le dijo el patrón-, te daré dos rupias. Si dejas caer el pote, tendrás que pagar la nata.Sheikh Mahmoud se colocó el pote sobre la cabeza y emprendió el camino. Mientras caminaba, comenzó a pensar: “Voy a tener dos rupias. ¿Qué haré con ellas?”. En esa época todo era muy barato. Por una rupia, uno podía comprar veinticinco pollos. Sheikh Mahmoud se dijo: “Eso es, compraré pollos. Se multiplicarán, y pronto tendré cien pollos, quinientos pollos, mil pollos, diez mil pollos. Entonces venderé todos los pollos y compraré cabras. Tendré cabras y ovejas y una granja grande. Las cabras y ovejas se multiplicarán, y cuando las venda compraré mercancías. Me convertiré en un gran mercader. Luego me casaré y tendré una casa. Acudiré a una oficina y regresaré a casa para almorzar. Tendré un cocinero muy bueno que preparará platos deliciosos. Pero si el cocinero no tiene la comida a punto, me enfadaré y lo abofetearé. Después de todo, seré un gran mercader”. Cuando pensó en abofetear al cocinero, alzó el brazo. En cuanto hizo esto, el pote de nata cayó al suelo.Así que la nata no llegó a la otra población. Mahmoud no obtuvo sus dos rupias. No compró pollos. No compró cabras y ovejas. No se casó. No tuvo una casa. No trabajó en una oficina. No abofeteó a nadie. Se sentó y se tomó la cabeza entre las manos. Pasado un rato volvió a presentarse ante su patrón y confesó:-Amo, he derramado la nata.El patrón contestó:-¿Cómo has podido hacer algo semejante? ¡Has perdido mis ganancias de la semana!-Oh, amo -dijo Mahmoud-, tú has perdido las ganancias de la semana, ¡pero yo he perdido mis pollos, mis cabras, mi casa, mi esposa, mi oficina y mi cocinero!No pierda lo que no tiene sólo porque no ha aprendido a disciplinar su mente y desterrar esas incesantes dudas que crea en sus fantasías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.