sábado, 29 de enero de 2011

Me juzgan por mi búsqueda espiri­tual.

Muchas personas a las que amo mucho, incluyendo miembros de mi familia, me juzgan por mi búsqueda espiri­tual. Ellos no me entienden, ni me apoyan en mi crecimiento. Yo me doy cuenta de eso cuando estoy a su alrededor, estoy viviendo una frustración: si hablo mi verdad, hay conflicto y desaprobación; si miento, aunque todo fluye más fácilmente, no puedo vivir conmigo misma.
Tienes que desapegarte. No me refiero a que tengas que distanciarte de tu familia; sólo deja de depender tanto de lo que ellos piensen.
Tú los amas, ellos te aman; no importa si están de acuer­do o no. Obviamente estás muy apegada a su aprobación, eso es lo que necesitas soltar. Luego los vas a amar incondicionalmen­te, exactamente como son, sin importar sus ideas u opiniones.
La ironía es que cuando te amas incondicionalmente, te van a comenzar a mostrar eso.
Cuando comenzamos a expandir nuestra conciencia, se comienzan a caer los juegos y manipulaciones que tienen todas las familias. Todos tenemos formas de manipularnos unos a otros, de jugar el papel de víctima para obtener lo que queremos.
Cuando pares de caer en esos juegos, los otros miembros de tu familia van a comenzar a sentirse nerviosos, porque se van a dar cuenta de que están perdiendo el control. Eso es mie­do: tienen miedo de que puedan perder tu amor.
Algunas veces vas a experimentar conflicto, pero a medi­da que continúes elevando tu conciencia y te tornes más sóli­da contigo misma, ellos van a dejar de jugar sus juegos y co­menzarán a espejarte tu solidez.
Cuando algunos Maestros Isha decidieron hacer el entre­namiento, sus familias entraron en pánico.
“¡Oh! esa es una secta".
Pero cuando la persona se aclara, la familia comienza a apoyarlos. Cuando yo cambio, todo cambia a mi alrededor.
Enfócate en ti mismo: en unificarte, en amarte a ti mismo, en ser real. No en juzgarte o cuestionar tu comportamiento. Sólo confía en ti mismo y todo va a cambiar. Va a ser perfecto: va a haber mucho más amor, porque va a ser incondicional.

ISHA


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